Que son?

QUE SON LOS FACTORES DE TRANSFERENCIA?
Cuando una madre amamanta a su hijo, le transfiere su inmunidad al bebé toda la información que su sistema inmunológico ha obtenido a lo largo de su vida. Este proceso comienza con la primera leche, denominada calostro. La más valiosa de las "armas inmunológicas" que contiene el calostro son los factores de transferencia. Los científicos han identificado los factores de transferencia como una parte vital de la habilidad de nuestro sistema inmunológico para enfrentarse con amenazas externas. Los factores de transferencia tienen tres funciones principales:
* Reconocer * Responder * Recordar.

¿Qué son?

Los factores de transferencia son moléculas naturales y microscópicas que residen en los cuerpos de todos los animales. Son mensajeros que transmiten la información inmunitaria sobre la presencia de una amenaza al sistema inmunitario, ya sea externa o interna, y sobre cómo responder adecuadamente, de célula inmunitaria a célula inmunitaria.

Los factores de transferencia son producidos por los linfocitos con inmunidad celular. Transportan la inmunidad celular antígeno específica del linfocito fuente (hipersensibilidad retardada) a los linfocitos no sensibilizados, o vírgenes. También pueden incrementar la actividad de estimulación inmunitaria no antígeno específica de los linfocitos receptores.

Los factores de transferencia transmiten la información inmunitaria (reconocimiento de los agentes patógenos y respuesta inmunitaria adecuada) a través de los factores inductores, supresores y antígeno específicos.

El factor inductor permite que los factores de transferencia respalden la respuesta inmunitaria de adaptación a las infecciones virales, parásitos, malignidades, enfermedades bacterianas y micro bacterianas, infecciones por hongos, trastornos autoinmunes y enfermedades neurológicas. Este factor puede transferir una respuesta inmunitaria en menos de 24 horas y reducir significativamente o eliminar los síntomas de la enfermedad.

El factor supresor evita que el sistema inmunitario reaccione en forma excesiva, por ejemplo al polen y a otros cuerpos extraños, así como también a sí mismo como es el caso del trastorno autoinmune.

El factor antígeno específico transporta etiquetas que son vitales para que el sistema inmunitario identifique los microbios y las células extrañas.

Los factores de transferencia se encuentran incluso en los sistemas inmunitarios más primitivos. De por sí, los factores inductores y supresores de los factores de transferencia son universales y pueden transferir la inmunidad, atravesando la barrera de las especies. En consecuencia, los factores de transferencia de una vaca pueden dotar de inmunidad a una persona. El factor antígeno específico puede transferir inmunidad entre especies cuando existe una coincidencia entre los agentes patógenos antígeno específicos, como ser en la viruela y la vaccinia, la Escherichia Coli, etc.

Se cree que los factores de transferencia contienen proteínas y ARN (ácido ribonucleico), pero no ADN (ácido desoxirribonucleico). El hecho de que sean pequeños, es decir, un peso molecular menor a 10.000, hace que no ocasionen alergias y permite que conserven su máxima eficacia cuando son ingeridos en forma oral. De hecho, el calostro de todos los mamíferos es rico en factores de transferencia y es vital para los recién nacidos a los que se los dota de forma pasiva de inmunidad al ingerir el mismo durante el amamantamiento o lactancia materna.
Sistema Inmunitario
Componentes del sistema inmunitario: Órganos y células

Muchos órganos en nuestro cuerpo cumplen un rol esencial en el desarrollo y estructura del sistema inmunitario, entre ellos, la médula ósea, el timo, los nódulos linfáticos, el bazo, las amígdalas y las amígdalas faríngeas, y el apéndice. Estos órganos son responsables del crecimiento, desarrollo y funcionamiento de los linfocitos, los glóbulos blancos que son los trabajadores claves del sistema inmunitario. Los principales linfocitos son los linfocitos B, linfocitos T, los linfocitos citolíticos naturales, los macrófagos y las células dendríticas. Cada uno tiene un rol específico en mantener la salud de su cuerpo y de su sistema inmunitario.
La respuesta inmunitaria
Primera respuesta inmunitaria

La primera vez que su cuerpo se expone a virus o bacterias particulares, le toma tiempo a su sistema inmunitario reconocer los organismos invasores y descubrir cómo matarlos. Durante el tiempo transcurrido, las bacterias y los virus crecen exponencialmente, incrementando de este modo el lapso de tiempo necesario para eliminar completamente la infección.

Un corte en la piel daña las células y permite que las bacterias ingresen al cuerpo, lo que señala una respuesta inmunitaria de los macrófagos y otras células inmunitarias carroñeras.

Los mastocitos liberan químicos que provocan inflamación, lo que permite que otras células inmunitarias ingresen al área problemática.

Antes de que lleguen los refuerzos, los macrófagos y otras células inmunitarias ya situadas comienzan a atacar a las bacterias, a cortarlas en partes llamadas antígenos.

Los mismos son transportados a los nódulos linfáticos donde los macrófagos se adhieren a los linfocitos B y a los linfocitos T. Los linfocitos B comienzan a producir anticuerpos específicamente para los antígenos o gérmenes antes los cuales el cuerpo ha sido expuesto.
Los anticuerpos provocan la respuesta de ciertas células inmunitarias como son los linfocitos citolíticos naturales, los macrófagos y los linfocitos T asesinos para que envuelvan y maten a las células infectadas por bacterias.

Los linfocitos T ayudantes señalan los anticuerpos y los linfocitos T asesinos se dirigen a la herida.

Mientras que las células inmunitarias se encargan de los gérmenes, otras células llamadas plaquetas comienzan a curar la herida formando coágulos para cerrarla.

Segunda respuesta inmunitaria
 
La segunda vez que el cuerpo se expone a virus o bacterias particulares, el sistema inmunitario reconoce el organismo invasor con mayor rapidez e inmediatamente sabe cómo combatirlo. Dado que el lapso de tiempo de estos pasos es menor, la infección puede eliminarse con mayor rapidez. Transfer Factor activa una segunda respuesta inmunitaria al tomar prestada la memoria inmunitaria de la vaca y la gallina.

 
Un corte en la piel daña las células y permite que las bacterias ingresen al cuerpo, lo que señala una respuesta inmunitaria de los macrófagos y otras células inmunitarias carroñeras.
Los mastocitos liberan químicos que provocan inflamación, lo que permite que otras células inmunitarias ingresen al área problemática.

Antes de que lleguen los refuerzos, los macrófagos y otras células inmunitarias ya situadas comienzan a atacar a las bacterias, a cortarlas en partes llamadas antígenos.

Los linfocitos B, activados por las respuestas inmunitarias previas, comienzan a producir anticuerpos específicamente para los antígenos o gérmenes ante los cuales el cuerpo ha sido expuesto. Los anticuerpos provocan la respuesta de ciertas células inmunitarias como son los linfocitos citolíticos naturales, los macrófagos y los linfocitos T asesinos para que envuelvan y maten a las células infectadas por bacterias.

Los linfocitos T ayudantes señalan los anticuerpos y los linfocitos T asesinos se dirigen a la herida.

Mientras que las células inmunitarias se encargan de los gérmenes, otras células llamadas plaquetas comienzan a curar la herida formando coágulos para cerrarla